Modo 1:

Es Vd. un cabrón, Sr. Boss; de todo lo prometido ha cumplido más bien poco, respaldado por miles de excusas; prácticamente no ha cotizado por mí a la SS nada, apenas 1 cuarto del tiempo trabajado; las cuentas las ha hecho su gestor cargándome a mí todos los impuestos, ha incluido pagas extras e incentivos en el total del sueldo pactado con lo cual he estado realmente ganando un tercio menos de lo hablado y todos los trucos legales que puedan existir los ha empleado siempre en mi contra. Así que para la semana que me pide que permanezca aquí para sacarle de este aprieto, le digo que ahí se queda Vd. con toda su mierda...

Modo 2:

Vamos a ver, no estoy de acuerdo con como me ha tratado Vd. en esta empresa, por como no ha cumplido con lo hablado, por todo el dinero que me falta según lo pactado por pagar, por cómo me ha gestionado los contratos y la SS y por lo tanto, a no ser que me solucione todos estos temas en un tiempo concreto, me niego a venir durante la semana que me pide, por mucho que me razone que es una semana vital para Vd. y que necesita de mi inestimable ayuda.

Modo 3:

Entiendo la situación que me expone, y en principio no tengo ningún problema en venir para estos días que Vd. comenta, pero si no le importa antes me gustaría exponerle ciertos detalles del contrato con los que no estoy de acuerdo por ver si los podemos comentar y ver la forma de llegar a un acuerdo entre su postura y la mía, entendiéndose que todo esto no es más que un pequeño malentendido que ha surgido por tal vez no haber preguntado un poco más las cosas...

Así pues:

En un principio yo casi sería partidario del Modo 1, pero siendo realista un Modo 2 podría pensarse un poco más efectivo y no tan dramático. Sin embargo un, en principio impensable, Modo 3, fue el que por al que al final nos decantamos y resultó discreto, elegante, y si no perfecto, bastante efectivo. Y es que como alguien me dijo hace poco, de los sitios hay que saberse ir para después no cerrarse muchas puertas...

Les habló un tiíllo hoy negociador...

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