Yo viví la Expo'92 como una ciudad por conocer. Durante 3 días estuve con unos amigos en un lugar futurista, con pabellones en los que descubrías cosas sobre la ciencia, el espacio, la historia, otras culturas,... Un continuo bullir de gente que caminaba entre edificios de llamativos diseños, bien por sus formas o bien por sus materiales, gente de todas las nacionalidades, buscando los sitios más interesantes, compartiendo un lugar que exprímiamos a fondo desde que abrían hasta que cerraban, intentando aprovechar al máximo todos los contenidos, todos los lugares, todos los rincones...

Ahora el recinto es un polígono tecnológico en el que muchos pabellones se han destruido por su poca usabilidad y en los huecos que ocupaban se están levantando edificios de oficinas, empresas... Pero hay muchos de los pabellones originales que se han conservado, y al pasear entre ellos una mañana un día tal como hoy le vienen a uno recuerdos de lo que aquello fué, de lo que uno vivió,... y los lugares que hoy por ser domingo están casi desiertos, especialmente las zonas de algunos antiguos paseos, con barandillas oxidadas, suelos rotos, rampas mecánicas desmanteladas, te dan la sensación de estar caminando por una ciudad fantasma, como si estuvieras dentro de un sueño...

Les habló un tiíllo recordando...

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