Buscaba un kiosco de flores que ví el otro día. Aparqué la moto en la plaza en la que yo habría jurado que estaba dicho kiosco, y me fui a otra plaza que me sonaba que estaba cerca y en la que a lo mejor estaba el susodicho. Pero no, no estaba tampoco. Así que seguí vagabundeando por el centro de Sevilla hasta que encontré otra plaza con un kiosco de flores. Camino de vuelta buscando la moto, cosa que tampoco me fue obvia encontrar, descubrí un kiosco de flores justo enfrente de dónde había aparcado la moto. Supongo que o lo acaban de montar o debo cambiar de gafas, por no pensar que soy un poco desastre para encontrar cosas. A mi favor decir, que a pesar de esto, encontré un restaurante italiano al que no he ido muchas veces, que está en un rescondrijo entre calles y al que creo no es fácil llegar, creo :P

Les habló un tiíllo, tal vez algo despistadíllo ;)

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