En una estructura de hormigón armado hasta los dientes, la diferencia entre hacer 20 agujeros con un taladro de toda la vida (incluso de marca, oiga) o hacerlo con un Toshiba de los buenos radica en que en el primer caso puedes acabar con un parkinson avanzado, la cabeza dislocada, los oidos pitando a rabiar, la broca hecha mistos y solo 3 agujeros hechos y en el segundo caso acabas los 20 taladros en un pispas, se quedan de pm, te da la impresión de estar clavando palillos de dientes en un bloque de mantequilla y listo. Afortunadamente un amigo me prestó un Toshiba de los buenos… ;)

Les habló un tiíllo taladro en mano!

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