Se supone que un humano de talla media debería de beber al menos 2 litros de agua al día. Pero el mundo sedentario (curiosa palabra si lo piensas ;) en el que vivimos, la sed casi no existe, y si uno no tiene sed no se acuerda de beber agua. Así que no hay más remedio que recurrir a algún tipo de alarmas, bien del reloj, del móvil, del ordenador, etc… lo cual no siempre es sencillo o encaja con nuestras necesidades actuales del momento en el que el pi-pí suena. Pero hablando precisamente de pipí se me ocurrió el otro día la idea de beber precisamente en el instante previo de ir al baño y por lo que estoy viendo, es una de las mejores alarmas. Si al empezar el día has bebido algo, normalmente café, colacao, zumo o vaya Vd. a saber qué, en algún momento te entrarán ganas de ir al baño. Primera alarma. Antes de ir me bebo un vaso de agua (o mejor aún, le pego un buen lingotazo a la botellita PET de medio litro de agua que tengo siempre en mi mesa) y posteriormente voy al baño, paseo en el que aprovecho para rellenar un poco la botella. Pero como he bebido, en breve me sonará de nuevo la alarma, “tengo que ir otra vez al baño” y antes de ir, hala, otro vaso de agua…

…y así sucesivamente…

P.D: Por la noche no bebo cuando suena la alarma, es un poco coñazo ;)

Les habló un tiíllo enguarchinado :D

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