Desde Granada íbamos camino de un pueblecito de Cáceres, Serradilla, cuando a eso de la hora de la cena nos fue entrando hambre, y aprovechando que pasábamos cerca de Consuegra conseguimos convencer a mi madre, a la que normalmente no le gusta desviarse del camino, para abandonar durante 5 minutos la carretera principal que llevabamos, subir a la crestería del castillo y los molinos y comernos allí el bocadillo. ¿qué mejor sitio para cenar que un lugar típicamente Quijotano, con castillo incluido y más de una decena de molinos iluminados cuales gigantes resplandecientes en una cálida noche de verano?

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