Ultimamente he sido un poco adicto al cariñoso "beso de Avispa"; el caso es que hace dos días al pasar por la puerta del huertecillo una avispa se me coló entre el ojo y las gafas y al verse atrapada no tuvo otro detalle que ponerse a picarme en mi pobre carrillo; ante tan agresión y acojone hice unos cuantos aspavientos que la asustaron, pero empecé anotar un dolorcillo agudo, dolorcillo que pronto olvidé porque la avispa debió cabrearse con mis aspavientos y volvió a atacar, esta vez directa a la nariz donde me dió otro besito; y los llamo besitos porque ante tal injusticia salí corriendo así como 20 km en linea recta con lo cual a la susodicha rallada no le dió tiempo a picarme del todo; de hecho a pesar del inicial dolor de cada bocao, en 5 minutos se me calmaron las picaduras y a los 20 minutos ni las notaba; probablemente tampoco soy muy alergico a este tipo de bichos. Pero hoy, nada más llegar al huerto y cruzar la puerta despues de obviamente abrirla, una avispa no ha tenido otra ocurrencia que pegarme todo un bocado en el omóplato, y esta vez no ha sido besito porque ni siquiera la ví venir. ¿En 2 días 3 picaduras de avispa cada vez que cruzaba la puerta? Moraleja: seguro que hay una explicación razonable para tal evento, y de hecho rápidamente la descubrí: un nido de avispas en un bujero en el marco de la puerta. De tal modo cada vez que abría la puerta las inquilinas del marco se me cabreaban e iban a cargarse al tio más cercano que les pillaba, que en ambos casos era yo. Solución: una patada a la puerta para que salieran de su escondrijo, salir corriendo para que no me encuentren, pillar un buen pegote de silicona y tapar el agujero antes de que entren de nuevo, si bien probablemente alguna quedó dentro con un trágico destino de fallecimiento por inanición.

Al cabo del rato observé algo curioso: las avispas volvían intentando localizar su nido, y al no ser capaz de encontrar la entrada se paraban cerca de donde ésta había estado, y luego se iban juntando pequeños grupos de dos o tres para tocarse con las antenas y hablar; no domino demasiado el lenguaje de las avispas, pero supongo que más o menos estarían comentando:

-"Quilla, tu sabes ande está la puerta"
-"Ojú, pues hase 10 minutos estaba aquí mismo"
-"Cachis en la mar, pues mi gps dice que estas zon las coordená"
-"Pos ná, llama al operador y que nos indique otra salía de Matrix, que no zé ande meté este filete de pollo que traigo en la boca"
-"Y eze tio de ahí abajo que haze tirandonos fotos, alerta!!, paparachi!!"
-"Ná, ya voy yo, que le voy a pegar un bocao en la oreja que se va enterar!!"

Y nada, que dicho y hecho, mientras hacía mi reportaje de National Geographic una chorba rallá se me avalanzó y me dió, esta vez sí, solo un besito en la oreja, aunque ahí acojona el doble por el ruido de las alas se oye en dolby surround. Claro que este bocao casi que me lo merecía ; )

En: General  |  Permalink