Lastre para la regata
17 de Agosto, 2008   23:30

Estábamos en los pantalanes del puerto deportivo de Sotogrande viendo los barcos que iban a participar en la regata de la IX Copa Sotogrande Endesa y como no podía ser de otra manera yo cámara en mano haciendo fotillos. En esto que pasa uno de los patrones de los barcos que participaban preguntándole a una chica de la organización si conocía a algún tripulante que pudiera montarse en su barco a lo que ella le contesta que ahora mismo no tenía a nadie. Me faltó tiempo para preguntarle: ¿necesitas a algún tripulante cualquiera o tiene que tener alguna experiencia? A lo que el buen hombre, llamado Nacho, me contesta sinceramente: “me vale cualquiera, solo lo necesito para hacer peso en el barco”.

Y allí me monté yo, echando de menos una buena protección solar, un calzado adecuado y por supuesto a mi gps para poder tener grabado el track del recorrido, pero disfrutando de una experiencia única porque no es lo mismo ver una regata desde la orilla que desde dentro de uno de los barcos que participan, siendo lo más espectacular la salida en la que el grupo de barcos espera en una misma zona para cruzar la línea de salida cuando el comité de regatas lo indica y aquello parece una almadraba en la que los atunes van para todos los lados pero de forma milagrosa, ninguno choca con otro.

Después de la salida cada barco va para dónde le parece, todos con el mismo destino, pero haciendo zigzags tácticos y no sabes nunca muy bien cómo de mal o bien vas porque tampoco tienes muy claro dónde está la boya a la que te diriges ni como de lejos o cerca estás de ella en relación a los demás barcos.

Una vez llegas a dicha boya ya se hace un recorrido un poco más lineal buscando una segunda boya y pasas de ir en contra del viento a ir a favor del viendo, sacando una vela llamada spinaker que parece un globo y que tira del barco con alegría hacia delante y aunque vas a más velocidad que en contra del viento, como vas a su favor, la sensación es de que vas casi parado.

Tras unas cuantas vueltas cruzamos la línea de meta y nos indicaron una segunda manga, enviándonos ésta vez a Gibraltar, concretamente a la boya del aeropuerto, recorrido que aunque fue interesante porque se veía toda la costa desde el barco, era un poco más soso ya que no tenía tantas maniobras. Sin embargo mereció la pena con creces.

Los resultados de la regata: no perdimos, buscaré los resultados pero por lo que recuerdo algún que otro barco llegó detrás de nosotros y gracias sobre todo a mi función como lastre móvil, que si no, lo mismo hubieran llegado los últimos ;)

¿Más resultados? Conocer a 3 marineros muy “buena gente”, uno de ellos incluso de Graná, haber visto una regata desde dentro, aprender algunas cuantas cosas muy interesantes sobre la vela, haber hecho algunas fotos interesantes, haber visto a los Formula 1 del mar como algunos los llaman y haber pasado un día de estupenda navegación.

Les habló un tiíllo, hoy marinero :)

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